Nadie está libre de decir estupideces,
lo malo es decirlas con énfasis.
El cobarde sólo amenaza cuando está a
salvo.
Se conocen infinitas clases de necios;
la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que
tienen talento.
El primer paso de la ignorancia es
presumir de saber.
La envidia en los hombres muestra cuán
desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan
de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.